BLOGGER TEMPLATES - TWITTER BACKGROUNDS »

martes, 29 de diciembre de 2009

Mafia: Sectas, Naranjas y Cloacas

A continuación hablaremos sobre la mafia siciliana, su formación y sus métodos de actuación que afectan, hasta el día de hoy, a los sicilianos y a sus relaciones internacionales.

La Mafia surgió como una sociedad totalmente secreta, y aunque cueste creerlo su fin era hacer justicia. Los Viticossi eran una secta de vengadores del siglo XIII que luchaban contra la nobleza opresora de la época, posteriormente, en el XVII, los Beatti Paolli seguirían sus pasos. En el siglo XX surge la mafia siciliana diciéndose descendiente de los Beatti Paolli, sin embargo, todos sabemos que la mafia actual tiene un fin muy distinto al de liberar a los ciudadanos de los abusos.

El río Pappiretto quedo cubierto a medida que crecía la ciudad y quedo convertido en un amplio complejo de alcantarillado, que serviría como guarida a los mismísimos Beatti Paolli. Bajo la Iglesia de San Agüstín podemos acceder a una antigua cripta. Cuenta la leyenda que estas criptas se encontraban conectadas bajo tierra mediante la entroncada ciudad subterránea que formaban las alcantarillas y que los Beatti Paolli las usaban para ajusticiar a los nobles.

La mafia se escuda bajo la máscara de los que dicen ser sus predecesores, incluso han llegado a copiar, literalmente, algunos de sus ritos de iniciación.

Actualmente los habitantes de Sicilia pagan el Pizzo, una tasa de impuestos que han de ingresar a la mafia para evitar problemas. Muchos de los sicilianos han dicho no al Pizzo y por ello necesitan protección policial. Actualmente más del 80% de la población paga a la mafia.

Sin embargo, la mafia no ha vivido siempre gracias al Pizzo, sus primeros ingresos provinieron, increíblemente de los Cítricos. La nobleza controlaba las plantaciones de cítricos y estas eran las más rentables de Europa, cuando la nobleza perdió el poder las plantaciones pasaron a manos de la mafia, la cual abandonaría posteriormente este comercio para dedicarse a las drogas. En los años 80 la policía puso en jaque a la mafia, y ellos utilizaron los canales subterráneos usados para regar los campos como vía de escape. Algunos consiguieron escapar y jamás se les ha vuelto a ver, otros fueron apresados. Los canales no son más que un intrincado laberinto de cuevas y túneles que se encuentran bajo tierra y que tienen varios siglos de antigüedad.

Hacia 1880 un gran número de sicilianos se vieron obligados a abandonar su país y emigrar a Estados Unidos. Por ello ciudades como Nueva York se vieron afectadas por el tipo de mafia siciliano. Durante la Segunda Guerra Mundial, el control de Sicilia era fundamental para los aliados, ya que de esa manera dispondrían de un gran punto estratégico. Mussolinni detestaba a los mafiosos, ya que estos suponían una amenaza para sus planes en Sicilia, por ello utilizó contra ellos la violencia, encarcelando, torturando y asesinando a todos los que se interponían en su camino. Lucci Lucciano un gran Capo del crimen estadounidense fue apresado en Estados Unidos y desde la cárcel ayudó a derrocar al dictador Italiano.

Se dice que durante la II Guerra Mundial los mafiosos sicilianos y Lucciano conspiraron contra Mussolinni. Preferían a los Aliados antes que a su gobierno opresor. En 1943 los soldados que se introdujeron en Sicilia pudieron haberse visto ayudados por esta extraña alianza. De manera irónica, la victoria aliada supuso el fortalecimiento de la mafia en la Isla. El comienzo de la era moderna del poder mafioso siciliano está marcado por dicha victoria y, aunque tan sólo seas leyendas, supone otro ejemplo de cómo la mafia usa la historia en su propio beneficio.

Si bien es cierto que la victoria contra el fascismo en Sicilia fortaleció a la mafia, ésta no fue más que una organización que se dedicó a traficar e ir contra la ley para enriquecerse. Además se sucedieron las guerras entre familias mafiosas.

En la isla siciliana, la década de los ochenta fue llamada “los años del plomo” ya que cualquiera que hablara en contra de la mafia sería asesinado. Tomás Busheta rompió el juramento mafioso del silencio tras ver asesinada a su familia. Gran cantidad de mafiosos fueron juzgados pero los dos primeros jueces que llevaron la iniciativa fueron asesinados. Esto desencadenó una negativa de la población que se posicionó contra la organización ilegal. La mafia tuvo que esconderse.

Sicilia experimenta una época de relativa paz, sin embargo la mafia no ha desaparecido aún y se encuentra oculta en la isla. Ésta sociedad secreta de asesinos tiene una grandiosa vejez y cada día se descubren una serie de pistas que podrán llevar a su desmantelamiento por parte de las autoridades, si prevaleciese la justicia y acabara la corrupción que la mantiene con vida.

Hitler y su mundo perdido

Para empezar hablemos de uno de mis temas históricos preferidos: la Alemania nazi. Los alemanes de la época son conocidos por su gran capacidad destructiva, su testarudez y su lógica atípica; pero después de haber visto el documental “La superciudad de Adolfo Hitler” podemos observar su extremismo.

Puede que el propio Hitler fuera el culpable del mayor número de muertes de la historia, pero su plan para la posteridad no consistía sólo con arrasar todo lo que encontraba a su paso, sino que además se proponía construir la capital mundial en Berlín, o como él la llamaría, Germania. Para ello los edificios debían estar construidos por materiales recios que resistiesen el paso del tiempo, y alcanzar unas dimensiones titánicas, totalmente irrisorias para las posibilidades arquitectónicas de la fecha.

El arquitecto que intentaría realizar sus propósitos fue Albert Speer. Trabajaba a expensas de la imaginación de Hitler, por lo que muchas veces su trabajo se veía frustrado por las Leyes Universales.

Su primer trabajo lo realizó en Nuremberg, al sur de Alemania. Allí se llevarían a cabo las concentraciones anuales nazis, por lo que diseñó un centro donde reunirlos. Éste podía acoger a 60 000 personas. Para su construcción se basó en el Altar de Pérgamo, modificándolo para hacerlo más grande y como guinda colocó una enorme esvástica de 6 metros. En este centro de reuniones construyó una gran tribuna, la “Tribuna Zepelín”, donde orarían los más altos cargos nazis. Su interior está revestido de mármol con suelo de granito y el techo está decorado con numerosas esvásticas doradas. En 1934 utilizó un juego de luces que actuaban como columnas que darían una sensación de interior en el espacio abierto, con el fin de reunir a las masas y ofrecer una imagen de magnificencia.

La sala del Congreso sería la siguiente Sede del partido, inspirada en el Coliseo Romano. El material principal sería el granito y ,nuevamente, la variación sería un tamaño desmesurado. La obra jamás fue finalizada debido a los inicios de la II Guerra Mundial. Dado su gran amplitud resulta difícil creer que en aquellos años fuera posible su realización.

La siguiente obra de Speer sería el estadio donde se llevarían a cabo los Juegos Olímpicos de 1936. Albergaría a 110 000 personas en dos plantas y se construyó en tan sólo 3 años. Para ahorrar tiempo la primera grada fue realizada bajo el nivel del suelo, imitando los antiguos teatros romanos. El estadio sería el reflejo de la grandeza nazi que Hilter quería mostrar al mundo. La Torre Führer presidiría el estadio y desde ella controlarían las SS a la multitud. El ritual de llevar una antorcha olímpica desde Grecia para ser prendida en el Estadio donde se realizan los Juegos fue una idea nazi y se realizó por primera vez en esta fecha. Jessie Owenss destacó por encima de los demás atletas y Hitler ignoró su creencia de la inferioridad racial, dándose por satisfecho debido a las victorias en muchas de las competencias deportivas por parte de los alemanes.

Hitler encargó la construcción de otro estadio, mucho mayor que el anterior, el Estadio Alemán. Éste tendría capacidad para 400 000 personas, lo cual sería un completo caos de cara a la organización de tantísima gente. Jamás se llevó a cabo esta obra de dimensiones gigantescas y hoy es tan sólo un lago.

Hitler continuó sus sueños de restaurar por completo Berlín con dos obras principales, las cuales se quedaron de nuevo en el papel, sin tan siquiera verse iniciadas. El Arco del Triunfo sería el nuevo capricho de Hitler, colocaría uno de 2 millones y medio de toneladas en el centro de su ciudad. Un estudio de la época demostró que era totalmente inviable. La siguiente construcción sería La Gran Sala, ésta tendría una Cúpula de dimensiones desmesuradas. Fue trazada por el mismísimo Hitler y se fijó, como no, en la arquitectura romana, copiando el Panteón y adivinen... sería mucho más grande. Su cúpula estaría coronada por un águila imperial que sostendría un globo terrestre, símbolo de su control mundial. Esta obra resultaría demasiado pesada, y podría realizarse a la misma escala no sin dificultades. La idea era la de usar la mano de obra esclava de los prisioneros de los campos de concentración para su realización.

Observamos como Hitler quiso superar a los antiguos arquitectos romanos copiando sus obras y realizándolas en un tamaño desmesurado, creía que ese tamaño supondría una superioridad arquitectónica y artística digna de su raza, creía que amedrentaría a sus enemigos con su grandeza y que su magnificencia no alcanzaría parangón... irónicamente, sus arquitectos se vieron desbordados por la creciente necesidad de diseñar búnquers donde ocultar a su pueblo, sus obras finales fueron realizadas bajo tierra, y no tuvieron, digamos, una esmerada grandeza. Hitler acabó sus días en uno de esos búnquers y nos libró, de entre otros muchos males, de ver desfiguradas las proporcionadas obras arquitectónicas de la Antigüedad.